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21 ¿Qué dirás cuándo él nombre como tus jefes
    a aquellos a quienes tú misma enseñaste?
¿No te llenarás de un dolor tan grande
    como el que siente una mujer que da a luz?
22 Y si te preguntas:
    «¿Por qué me sucede esto?»
Pues por tus muchos pecados,
    te alzaron la falda y te violaron.
23 ¿Puede el etíope cambiar el color de su piel?
    ¿Puede un leopardo cambiar sus manchas?
Así mismo, ustedes no pueden hacer el bien,
    estando tan acostumbrados a hacer el mal.

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